viernes, 12 de junio de 2009

Motivos para frenarte los pies.


En este blog intento reflejar los distintos "engaños", "trucos", fraudes"... que lleva a cabo la gente sencilla, para obtener un beneficio generalmente económico.

Muchos podrán esgrimir que la "picardía" forma parte de la cultura española y sentirse orgullosos de ello. Sin embargo, existen 2 potentes razones para no llevarlos a cabo:

a) Una mínima ÉTICA y EDUCACIÓN CÍVICA te lo impide.
Muchas personas que en principio son honestas, dejan a un lado su ética con la excusa de que "esto lo hace todo el mundo" o "todo el mundo hace algo ilícito".

(Un claro ejemplo: la mala fama de tenemos los jóvenes españoles en el resto de los países europeos. Muchos no pagan el ticket del transporte público, otros además roban en las tiendas y la mayoría hacen botellones...)

b) El RIESGO que se esta asumiendo, el cual resulta muy difícil de percibir.
Una manera aproximada de calcular el RIESGO a través de un número del 1 al 10, podría obtenerse a través de la siguiente Media Aritmética:

RIESGO = (Probabilidad de Ocurrencia + Intensidad de Daño)/2.

(Estando estos 2 sumando definidos del 1 al 10).

Ej: Teniendo tu coche matriculado en el "pueblo de un familiar", en principio será difícil que te lleguen las multas de aparcamiento del Ayuntamiento de Madrid, al no tenerte en su base de datos.

Las multas se te van acumulando y no te las remiten hasta que llegas a las 70... entonces si que se encargan de buscarte y de que las pagues...

- Probabilidad de que te cojan va creciendo desde 0 hasta 9 al llegar a la multa 70.
- Intensidad del daño también va creciendo desde 1 hasta 10 , dado que pasa de acumular 1 multa hasta 70.
El RIESGO asumido pasará de 0 ha 9,5 conforme vaya acumulando más multas.

Ej2: Despues de tener un accidente de coche leve, simular dolores en las cervicales para que la compañía nos indemnice con hasta 3.000 €.

- Probabilidad de que te cojan es muy baja, dado que es imposible demostrar que no existe dolor: 1
- Intensidad del daño si te acaban descubriendo: 0. La compañía no le demandará ni tomará ningún tipo de represalia.
El RIESGO asumido será de 0'5.

Un último paso sería comparar los Posibles beneficios con el Riesgo asumido. La decisión dependerá de cada persona, según
su aversión al riesgo.

lunes, 1 de junio de 2009

Zona de aparcamiento.

Estos días he oído hablar de una señora muy peculiar. Cuando aparca su coche por la ciudad, se inventa mil maneras para no pagar la tasa de parking (zona verde o azul):

1- Siempre lleva unos folios en la guantera y un bolígrafo para escribir lo siguiente: "Urgencia Médica, vuelvo en seguida" y dejarlo en el salpicadero del coche.
Imagínense la cara que se le debe quedar al agente de movilidad, encargado de poner las multas. Con este sencillo truco, lo más probable es que el agente se espere un rato y vuelva más tarde para ponerle definitivamente la multa. Así la mujer ha ganado el tiempo que necesitaba para hacer sus recados.

2- Cuando se queda sin folios... se da unas vueltas por la acera, esperando encontrar alguna "multa" en un coche, para quitárselo y ponérselo en el limpiaparabrisas del suyo. Lo más probable es que el agente de movilidad, pase de largo y no lo verifique con la matrícula de su coche.

Además, la señora se quedará tranquila, porque sabe que si al otro vehículo le ponen otra multa, podrá recurrir esta 2ª y se la quitarán.

El caso más curioso es el de su hijo, un chico de 25 años. Este tiene un distintivo de residente, que le permite aparcar en su zona pagando 24,60€ al año.

Sin embargo, como iva al trabajo en coche, tenía el problema de donde aparcarlo allí. Así que falsificó un nuevo distintivo de residente de su vehículo para su trabajo, a través de su ordenador, una buena impresora y plastificándolo.

Obviamente sabía que no quedaba igual, pero él tenía que probar si los agentes ivan a tragar.

Vamos que si tragaron, estuvo más de 4 meses y estos sin enterarse.

Desde el momento en que la emoción le inundó y comenzó a decírselo a sus compañeros de trabajo, acabaron haciéndolo todos y el agente de movilidad empezó a sospechar. Entonces éste empezó a comprobar los datos a través de su PDA, y se fue descubriendo el engaño.

Finalmente, este chico y al resto de sus compañeros de su oficina, fueron acusados de falsificación de documento público y tuvieron que pagar 3.000€ de pena a cada uno.