lunes, 20 de abril de 2009

El chico que quería vivir del cuento.


Cuando una persona pasa serias dificultades económicas y no tiene el apoyo de su familia, puede llegar a realizar cosas que nunca se hubiese imaginado a hacer.

Es el caso de un chico que estuvo cometiendo fraudes durante 2 años. Presentó hasta 75 reclamaciones a 11 aseguradoras distintas por accidentes domésticos y robos.

Dada la persistente mala suerte del chico, creó la desconfianza entre las aseguradoras, que recurrieron a los servicios de un detective privado.

Éste le hizo un seguimiento y pronto aportó pruebas en la que se ponían de relieve la falsedad de los hechos.

Conclusión: cuando una persona llega a realizar un primer fraude sin que sea detectado, la probabilidad de que lo repita es muy alta, como si de una gallina de huevos de oro se tratase. Esto le llevará a ser cazado.

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