miércoles, 15 de abril de 2009

La tentación...

A lo largo de nuestra vida nos ocurren pequeñas y graves desgracias: robos, accidentes, incendios, enfermedades...

Y son los riesgos que asumimos inconscientemente cada día, los que nos ponen en peligro continuamente: tener un negocio, cuidar animales o bienes, incluso cuando salimos a pasear puede pasarnos de todo.


Como nadie puede impedir que se produzcan desgracias, las compañías de seguros crean el negocio del seguro o de compensación (con dinero o servicios), para que la persona supere esa situación desagradable lo mejor y antes posible.

Hasta aquí todo muy bonito, pero las compañías hacen negocio y por ello actúan del modo que más les interesa o les conviene.

Por ejemplo: cuando comunicas un siniestro, llega el perito y te dice... "Disculpe, pero esto no lo cubre su póliza", "la compañía no va a hacerse cargo del siniestro".


Aunque todos los siniestros deberían tranmitarse de igual forma, para una compañía entran mucho peor en Diciembre que en Enero. ¿Porqué? Sencillamente porque a final de año tienen que realizar Cierre Contable y intentan obtener los mayores beneficios posibles.


Esto calienta a cualquiera, porque fastidia mucho que tengas que asumir tú solito el coste.

Consejo: espérate a Enero, que tendrás menos problemas.


Se dice que más del 90% de la gente que va por la calle, es gente honrada. Gente que no desea incumplir la Ley ni engañar a nadie. Pero cuando le ocurre desgracia y se encuentra realmente desprotegido, empieza a plantearse la siguiente excepción. Si hiciera esto y aquello... "me pagarían el siniestro"!!!!!


Y qué decir de aquellos que ganan dinero del fraude, como medio para costearse sus "lujos".


¿Es acaso España un país que deba estar orgulloso de la pillería de su gente?

1 comentario:

  1. Amigo Adrián te deseo lo mejor en esta aventura que empieza de manera interesante.

    El nombre elegido para este sitio, "país de pillos", ya deja claro como esta instalada la idea de que el fraude es solo una pilleria...

    ¡Suerte!

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