domingo, 26 de abril de 2009

La pesca y el seguro.

Se calcula que unas 60.000 personas en España viven de la pesca. Y viven mejor esta última temporada cuando el precio del petróleo está a 50 $.

Pero también viven mejor gracias a los seguros, que les protegen de los numerosos riesgos que implican la pesca.

De hecho un armador se deja "mucho dinero en seguros": Un Seguro de Cascos para el casco y la maquinaria de cada barco, un Seguro de Responsabilidad Civil del armador (conocido como P. & I. -> Protection and Indemnity), que cubriría todos los gastos que implique un accidente de un marinero en alta mar (combustible para acercarlo al puerto más cercano, gastos sanitarios, ambulancias, repatriación...) o cualquier accidente que tenga el barco y perjudique a otros buques. Por cierto, este seguro solo lo ofrecen compañías del Lloyds.

Cada vez que recogen la pesca con sus redes y la guardan en sus cámaras frigoríficas, el armador le comunicará semanalmente a la compañía cuantos kg tiene en sus bodegas, para que el Seguro de Pesca a bordo le indemnize en caso de que se paren los congeladores en alta mar y se estropee el pescado.

Por último, una vez que el pescado ya esta enlatado y preparado, se exportarán a otros países en contenedores a través de Barcos mercantes. El Seguro de Mercancías cubrirá en contenido asegurado en caso de que sufran algún golpe (por carga o descarga o un golpe de mar).

Despues de esta pequeña explicación les voy a contar un fraude muy común:

Cuando los congeladores se estropean durante unos días o semanas, se empezará a pudrir el pescado y aunque los congeladores vuelvan a funcionar al cabo de una semana, siempre hay pescado que ya no sirve.

Bueno, pues el perito de la compañía se encargará de valorar la pesca afectada como apta o no apta para el consumo humano. Pueden pasar 2 cosas:

1- Que establezca como no apta parte de la pesca afectada. Entonces la compañía indemnizará por la parte de pesca afectada y el armador se encargará de exportar el resto a países en desarrollo, con unas exigencias de calidad inferiores. (Ej: Marruecos).

2- Que se establezca que no es apta para el consumo toda la pesca afectada. La compañía indemnizará por todo su valor al armador. Y la compañía ordenará la destrucción de dicha mercancía.

El fraude se suele producir cuando un "perito listillo" valora como no apta para el consumo toda la pesca afectada cuando en realidad solo afecta a una parte, con la finalidad de quedarse con la mercancía y en vez de destruíla, revenderla para hacer pienso para animales. El perito se embolsará entre 6.000 y 12.000 € en un momento.

Conclusión: El armador y su mediador (agente o corredor) deberán aunar esfuerzos para que el perito no valore la mercancía a su antojo y saque partida de ello.

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